Ignacio Nieto
23 Abril / 22:49h

La verdadera comunicación no es lo que decimos, sino el resultado: Maestro del No Verbal

Es imposible no comunicarse

Paul Watzlawick

 

El pasado fin de semana tuve el privilegio de ser parte del equipo de formadores que impartieron el taller “Maestro del No Verbal” en Madrid. Invitado por Miguel Ángel Romero -gran formador que destila pasión y vocación por los cuatro costados-, y acompañado por Virgina de Kobbe -emoción corporal en estado puro- y por Ángela Rodríguez -movimiento, energía y expresividad sin tapujos-.

En la comunicación hay muchos más elementos que las palabras. Es más, está demostrado que en la mayoría de ocasiones influye más el cómo se dicen las cosas que el contenido propiamente dicho. Esta sugerente circunstancia implica que tanto los elementos paraverbales, es decir, los que acompañan a la palabra: la entonación, la proyección, el timbre, la dicción, etc. como los no verbales, los que enmarcan la palabra: expresión facial, postura, mirada, micro gestos, movimientos, etc. cobran una dimensión que debe mimarse y cultivarse para que nuestro mensaje llegue y cale en nuestros oyentes, alumnos,... El mensaje se elabora en el cerebro pero sale al exterior a través de nuestro cuerpo, a través de nuestro instrumento y qué hacemos con él ¿Lo afinamos, lo cuidamos, lo habitamos…?

Los que nos dedicamos a la dirección musical en general y vocal en particular tenemos mucho que mejorar en este aspecto, pues es precisamente nuestro lenguaje no verbal el que se pone en funcionamiento en cuanto pisamos el escenario. Las palabras dejan de existir y es nuestro gesto, nuestra mirada, nuestro movimiento fluido el que tiene que llegar al intérprete para que éste, a su vez, pueda deleitar y cautivar al público.

También, en mi faceta de docente y formador, me pregunto cómo es posible que en titulaciones universitarias como los Grados de Educación Infantil, Educación Primaria, y un largo etcétera; carreras que, en teoría, habilitan y capacitan para profesiones cuya principal herramienta de transmisión de contenidos es la voz y el instrumento que la cobija (el cuerpo), no haya una asignatura que trabaje de forma sistemática y rigurosa sobre esa herramienta. En este punto, no extraña que se estén multiplicando en los últimos años las bajas de docentes por disfonías. Lamentablemente, la docencia se sigue diseñando en función de unos contenidos, dejando en un segundo plano los procedimientos y las herramientas de transmisión de los mismos a los alumnos, generando así un cortocircuito mortal en la comunicación y, por tanto, en la base misma de la formación.

Gracias a Miguel Ángel, Virginia, Ángela y a todos los participantes del curso por un fin de semana entrañable de entrega, aprendizaje y comunicación sin palabras.

Comentarios

Totalmente de acuerdo contigo. Hay un gran vacío en las enseñanzas dedicadas a la actividad docente de multitud de aspectos, desde la psicología, la propia pedagogía, filosofía y teorías educativas alternativas a las usadas por el sistema, hasta cuestiones de oratoria, lenguaje corporal, capacidad de síntesis en la comunicación, etc.
Es un peligro latente ese déficit de preparación, y celebro que existan cursos en los que se intente poner solución a ese problema.
Un saludo.

Para los que somos Formadores es clave descubrir la importancia de que en comunicación hay muchos elementos más allá de las palabras...
Gracias Miguel Ángel Romero, Nacho Nieto, Virginia de Kobbe y Ángela Rodríguez, por enseñarnos herramientas para afinar, cuidar y habitar nuestro instrumento de comunicación.
Un placer aprender y aprehender de vosotros, Maestros del No Verbal.
Un abrazo.

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